Page 18 - 154 centrimetros y unas pocas historias de amor

Leugim Sagrav

sus Yoroi (armaduras Samuráis) esas mascaras in-
fernales ( mengu) que era como ver que el infierno
se abría y liberaba a los demonios más sanguina-
rios.

La villa completa estaba asustada, ya los niños no
jugaban en los caminos, yo corrí a mi casa a buscar
a Aiko y Ryuji y les ordené no salir de la casa, luego
de asegurarme que estarían bien, regrese a la costa
a ver el navío que recién arribaba a nuestras.

Y de la nada bajaba tomada del brazo del capitán
del navío una mujer con la piel del color de la nie-
ve, de estatura pequeña era la representación en la
tierra de Tsukuyomi, usando pinturas de guerra en
el rostro emulando una artesanía de porcelana, era
una hermosa creación de los dioses, con sus manos
cubiertas por accesorios que jamás había visto y que
luego entendí que eran parte de las vestimentas de
las mujeres de niveles económicos elevados, su pa-
dre un hombre de estatura colosal, parecía un Mi-
koshi Nyudo de esos que aparecían en las historias
del abuelo, seguro era capaz de aplastar la cabeza
de cualquiera sin el más mínimo esfuerzo. Solo de
verlo mi piel se erizaba.

El gobernador de mi comunidad les dio la bienve-
nida compartió nuestras casas con ellos algo que
agradezco porque a pocos metros de distancia es-
taba la mujer más bella que había visto, sus rasgos

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