Page 19 - 154 centrimetros y unas pocas historias de amor
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154 centrimetros y unas pocas historias de amor


            eran totalmente diferentes a los de cualquier otra
            mujer que había visto, sus ojos profundos y gran-
            des,  labios  carnosos,  y una  sonrisa que  hacía  que
            todo su rostro iluminara la noche más oscura.


            Pasaron unas cuantas lunas y logré enfocar mis
            ideas, pensando que solo había sido una ilusión,
            la emoción del momento, hasta que el gigante se
            apreció por mi herrería y demandó mis servicio ya
            que contaba con una pequeña daga que por uso y el
            salitre había perdido su belleza y utilidad, me cos-
            taba mucho entender lo que decía ya que habla una
            lengua extraña y para terminar de confundir mi
            mente estaba ella a su lado lo que provocaba que mi
            mente no pudiese ordenar las ideas, tomé la daga
            y comencé con la faena, y unos cuantos días des-
            pués había regresado la belleza y el filo, era tanto el
            filo que si un dios se cruzase en el camino de esta
            arma saldría con heridas mortales, mi trabajo fue
            bien recompensado, luego este gigante de nombre
            Agostinho Marrero había creado un vínculo con
            mi trabajo y llevaba todas sus herramientas y las
            armas de toda su tripulación. Mis intenciones solo
            eran ayudar con mi trabajo más no sabía que mi
            trabajo sería la causa de mi desdicha…


            Ya tenían algunos meses conviviendo con noso-
            tros, conocían nuestras tradiciones y comenzaron a
            usar nuestras vestimentas, se volvieron maestro en
            el uso de la espada, entrenaban incansablemente,




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